SIGUIENDO CON LAS LOCURAS EN EL OESTE...

En los años 70´, las películas del oeste ya no eran lo que habían sido en su época de gloria.

En esa época se apodaba “spaghetti western” a las películas del género, filmadas por directores y productores italianos en parajes preferentemente españoles, como una forma de menosprecio.

A partir de esa momento, cuando el público empezaba a cansarse de tanto tiroteo y de tanta violencia, un director italiano aprovechó la circunstancia para reinventar la temática agregándole una dosis de humor y picardía con la película "Me llaman Trinity", protagonizadas por el dúo de Bud Spencer y Terence Hill, que tuvieron una gran secuela...

  

Siguiendo con esa tendencia, del humor en el lejano oeste, fue que en 1974 se estrenó una parodia bajo el talento del gran guionista y comediante Mel Brooks, con la película “Sillas de montar calientes”, conocida en nuestros pagos como “Locura en el oeste”, y que tuve la oportunidad de verla en la pantalla grande, cuando ir frecuentemente al cine era accesible. 

Y aunque empieza con poca gracia y parodia un género que para ese momento estaba en decadencia, tiene escenas muy bizarras como la que sigue.... 

Parece ser la primera película que contiene una escena coral de flatulencias producida por un gran estudio. Por lo cual, la censura quería quitar esa escatológica y vulgar escena, entre otras, porque se trataba de una película incorrecta aún para los tiempos actuales, en los que las normas morales se han relajado, pero ciertas posturas se han afianzado. 

Pero no es la única parodia del género western. Recuerdo que, en la época que solía ir al cine los fines de semana, también he visto una comedia titulada "El Villano", e interpretada por Arnold Schwarzenegger, Ann Margaret y el viejo Kirk Douglas, en el papel patagónico del villano, quien intenta robar sin éxito una carreta y cuyo personaje apodado "Cactus Jack" le da nombre a la película en estos lares... 

Lo gracioso de esta olvidable película, es la semejanza que tiene las escenas en las que el malhechor procura llevar a cabo el atraco, con los fallidos intentos del coyote por comerse al correcaminos en el dibujo animado homónimo, del animador Chuck Jones que veía en la tele cuando era chico... 

Hasta el caballo tiene un rol protagónico burlándose del villano o en la escena donde se introduce en el baño para hacer sus necesidades... 

Es una película de bajo presupuesto, totalmente olvidable, salvo para aquellos adultos con alma de niños, despreocupados del contenido y que se quieran reír aunque sea un poquito... Ideal para acompañar comiendo palomitas de maíz edulcoradas...

Continuará...

Claudio, el que no claudica