Haciendo memoria puedo recordar que, más allá de haber tenido un autito de plástico o una pelota de goma cuando era un purrete, mi principal juguete fue un lápiz que, aunque no fuera siempre el mismo, me acompañó durante varias décadas.
Entre los recuerdos de la infancia, viene a mi mente la ocasión en que estando en una fiesta familiar en casa ajena, debido al gran aburrimiento que tenía me internaba en el baño con la excusa de estar necesitado y disfrutaba el momento dibujando en el papel higiénico...
Con el tiempo fui invitado para ilustrar un cuento infantil de una compañera de La Salita de Terrada, donde enseñaba dibujo a los chicos del barrio, y si bien, por cuestiones externas el proyecto quedó sin efecto, el resultado de mi trabajo, en mi caso me satisfizo y me dejó muy conforme.
En éste caso se me presentó el desafío de ilustrar un cuento infantil intitulado "La Nada" y no era sencillo... porque ¿cómo ilustrar algo que no existe?... Sin embargo, después de un tiempo de búsqueda y de hacer un paréntesis, se me "encendió la lamparita" mientras jugábamos con una cámara de video, haciendo películas caseras.
No hay comentarios:
Publicar un comentario