Y si bien es cierto que es mejor empezar el lunes con una sonrisa, a mi me gusta aprovechar los viernes para terminar la semana de la mejor manera y disfrutar del "finde" a pura sonrisa...
Continuará...
Claudio, el que no claudica
Y si bien es cierto que es mejor empezar el lunes con una sonrisa, a mi me gusta aprovechar los viernes para terminar la semana de la mejor manera y disfrutar del "finde" a pura sonrisa...
Continuará...
Claudio, el que no claudica
Así, en la película "Pánico a las tres", un joven estudiante, se enfrenta solo ante el peligro y a la hora señalada con el malvado pendenciero. El perdedor versus el patán. ¿Quién no sufrió una situación similar alguna vez en su adolescencia o ha sido testigo ocular de una escena de pugilato a la salida del cole?...
Si recuerdo la época en que estando tan cansado de que me molestaran, decidí aprender"Pánico a las tres", según el título conocido en esta zona, es una muestra de lo difícil que es enfrentarse a los abusivos y los fallidos intentos del seguro perdedor por evitar sufrir las consecuencias, mientras se va complicando la situación y se mete en más líos.
Lo que más me llamó la atención y me gustó, son los distintos enfoques de la peli, lo que se conoce como su "fotografía". Ya desde el comienzo, con la primera toma del reloj gigante que está en la entrada del colegio, avanzando con la cámara, mientras los alumnos van ingresando al establecimiento y comentando sus preocupaciones sobre la llegada del nuevo estudiante al que califican de psicópata con un largo prontuario. Allí, en esa primera escena, se plantea el perfil del personaje al que se debe evitar y se deja en claro que odia que lo toquen.
La estética de éste filme, hace que esta película pochoclera tenga algunos planos dignos del mejor cine visto. El guionista es un especialista en películas para televisión (cosa que se nota bastante en el ritmo basado en continuos retos que "continuarán" como sucede en los finales de una serie televisiva de otra época, que meten al protagonista en una continuidad de problemas.
En cuanto a la producción, al parecer les dio una mano, uno que si bien no aparece en los créditos, es el creador de "Cuentos asombrosos", relatos breves, pero con mucha estética; y la escena del final, nos hace recordar a la piña que le da George McFly al abusivo de turno, en "Volver al futuro"...
Entonces, durante las siete horas que el pibe está en el colegio, intentando escaparse por la tangente y evadir su trágico desenlace, y después de compartirnos su angustia ante el inexorable paso del tiempo, finalmente decide aceptar el desafío cuando lo tratan de "pecho frío", con un final favorable, gracias a la intervención ocasional de sus compañeros quienes intentaban ayudarlo aunque sin mucho resultado aparente...
Continuará...
Si en la década del 70´se llamaba “spaghetti western” a las películas del lejano oeste filmadas en los estudios italianos y en parajes españoles... ¿Cómo se debería llamar a un western filmado en ésta zona del "fin del mundo"?...
Tal vez, la respuesta dependa de los usos y costumbres de cada pueblo de ésta vasta región, por eso llamarlo "locro western", no estaría mal, aunque teniendo en cuenta la participación uruguaya en el elenco un "pizza a caballo western" quedaría mejor....
Así, en su intento por seguir el paso de las tendencias cinematográficas, el cine argentino recién se puso a tiro de la fiebre por las películas del oeste un tiempo más tarde. Por ese motivo pasaron casi diez años hasta ésta película, que no será digna de un premio, "Oscar", pero para mi gusto, la sigo disfrutando aunque se trate de un western de clase B...
Según el guión, una banda de asaltantes tiene en jaque a una empresa cuyos directivos deciden contratar a dos vaqueros del lejano oeste, supuestamente con experiencia en éstos asuntos; Harry el Caliente y Billy el Frío que, como corresponde, llegan en tren desde el país del norte.
En el ínterin, éstos vaqueros contratados, serán ayudados en sus venturas por un grupo de socorristas justicieros, que como protectores de la ley y el orden, se puede decir que les hacen el aguante...
En definitiva es una experiencia interesante para pasar una tarde de domingo en casa acompañado de palomitas de maíz, nada de "pop corn", porque al final, después de varios injertos producto de las continuas inmigraciones, y si tenemos en cuenta nuestras raíces, "tierra adentro" somos lo que somos, más gauchos que vaqueros, y la idea es que nos adaptemos más bien a lo nuestro, no tanto lo de afuera...
En los años 70´, las películas del oeste ya no eran lo que habían sido en su época de gloria.
En esa época se apodaba “spaghetti western” a las películas del género, filmadas por directores y productores italianos en parajes preferentemente españoles, como una forma de menosprecio.
A partir de esa momento, cuando el público empezaba a cansarse de tanto tiroteo y de tanta violencia, un director italiano aprovechó la circunstancia para reinventar la temática agregándole una dosis de humor y picardía con la película "Me llaman Trinity", protagonizadas por el dúo de Bud Spencer y Terence Hill, que tuvieron una gran secuela...
Siguiendo con esa tendencia, del humor en el lejano oeste, fue que en 1974 se estrenó una parodia bajo el talento del gran guionista y comediante Mel Brooks, con la película “Sillas de montar calientes”, conocida en nuestros pagos como “Locura en el oeste”, y que tuve la oportunidad de verla en la pantalla grande, cuando ir frecuentemente al cine era accesible.
Y aunque empieza con poca gracia y parodia un género que para ese momento estaba en decadencia, tiene escenas muy bizarras como la que sigue....
"El espíritu creativo", un libro de Daniel Goleman, Paul Kaufman y Michael Ray que me inspiró en el camino hacia éste presente. ...